lunes, 8 de octubre de 2007

Una Juventud bien diferente a la nuestra

En las siguientes líneas os expondremos un poco por encima el problema que sufren muchos jóvenes en todo el mundo, un problema que es nada más y nada menos que su vida presente y su futuro. Esperamos que este texto sirva para que todos nosotros aprendamos a reconocer la buena vida que llevamos y sepamos dar gracias por lo que tenemos.

Todos nosotros, nos parezca verdad o mentira, tenemos una grandísima suerte que no sabemos apreciar, debido entre otras cosas a una razón muy sencilla, que no tenemos que trabajar, obligatoriamente al menos, y si por algún casual trabajamos, tendremos un horario normal, un salario justo, unas medidas de seguridad apropiadas y sólo podremos trabajar a partir de los 16 años (con el consentimiento de los padres) y a los 18 años libremente.

Aunque todos sabemos, que la mayoría de nosotros vivimos en unas condiciones buenas, muy buenas. Te
nemos toda la ropa que queremos para vestirnos, comemos todo lo necesario, no trabajamos forzosamente, sólo nos dedicamos a estudiar (que es una suerte que miles de niños no tienen), tenemos una casa acogedora donde descansar y refugiarnos del frío...

Pues bien, esto que nos parece lo más normal del mundo, no lo es, ya que hay más de 400 millones de niños en el mundo explotados laboralmente. Esto que quiere decir, no sólo, que no van al colegio, sino que trabajan forzosamente bajo condiciones infrahumanas (muchos de ellos ganando no más de un euro al día), otros 300.000 niños son convertidos en niños soldado, más de un millón de ellos son prostituidos y diez millones al año, simplemente, mueren por hambre, por sed o en muchos casos por enfermedades ya erradicadas en países desarrollados.

Pero tal vez, no hace falta irse muy lejos para ver a jóvenes trabajar indecente e innecesariamente, tal vez, en nuestro entorno hay adolescentes que también lo pasan mal por llevar la vida que les ha tocado vivir y en estos casos es cuando nosotros mismos podríamos ayudar de una forma más cercana.

Un portentoso ejemplo de todos estos datos y estadísticas es Asia, que tiene el triste honor de encabezar la lista con el 60 % de sus menores trabajando en condiciones nefastas, lo que supone, más de 150 millones de jóvenes.

Estamos hablando, de todos estos menores a base de números, pero es, para que os deis
cuenta de la abrumadora realidad que existe más haya de nuestras fronteras. ¿Porque no oímos casi nunca algo concerniente a este tema?, ya que es un problema muy grande y muy presente en la actualidad. Posiblemente porque es mucho más fácil girar la cabeza y mirar hacia otro lado. Pero nosotros que somos jóvenes conscientes de nuestra buena situación, vamos a pensar en otros jóvenes que no han tenido nuestra suerte y vamos a dar gracias por ser como somos y por haber nacido donde hemos nacido.

De quien es la culpa, de que existan todas estas desigualdades, nos preguntaremos, es muy difícil responder, ya que detrás de esto no hay una sola persona y una sola circunstancia.

Jefes de Estado, de países de África, Asia o América Latina que son personas con muchísimo dinero y muchos beneficios, podrían hacer, sin mucho esfuerzo, grandes cosas para con sus jóvenes, pero no hacen nada.

Aunque también, un acuerdo entre países desarrollados, comprometidos a hacer diversas acciones contra estos países, como por ejemplo convenios, para elevar el mínimo de edad para trabajar o disminuir el número de horas laborables para los jóvenes, podría ser una pequeña solución. Pero, la pena es que siempre se quedan en palabras, en reuniones entre países cargadas, como siempre, de declaraciones de intenciones.

Finalmente, nosotros, únicamente dando gracias a Dios, como dije anteriormente y pidiendo por los jóvenes más desfavorecidos, también estaríamos haciendo una gran labor, ya que reconoceríamos que somos muy afortunados y que hemos tenido una grandísima suerte en la vida, simplemente por vivir donde vivimos.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Si preguntaramos a los niños que tal se llevan con sus hermanos veriamos que en muchos casos dirian que bien pero que a veces discuten y hasta se "zurran la badana". Haced la prueba y preguntadles si discuten con los niños de África, la respuesta será no y volved a preguntar ¿por qué?. La respuesta, poco más o menos, será que porque no están con ellos, no conviven con ellos.

La pobreza no me molesta si no me toca vivir con ella. Cuando vivimos con tantas cosas, la mayoría superfluas, nos parece que lo normal es eso y sentimos "lastima" cuando nos ponen imagenes de hambre o destrucción en el telediario. Nos preguntamos que hacer y, si somos un poco sensibles, buscamos formas de aportar un donativo, siempre pequeño, para paliar esa necesidad.

La pregunta que lanzo la apuntaba Juan Carlos en este precioso artículo: ¿Veo la pobreza que está a mi alrededor? ¿Veo las dificultades de tantos jóvenes que están a mi lado en esta sociedad acomodada? ¿Soy consciente de las dificultades que muchos jóvenes y niños, hijos de inmigrantes, tienen para llegar al sistema educativo?.

¡Cuantas preguntas!

Permitidme una última reflexión: ¿quién es mi prójimo?. Cuantas veces me conformo con sentir lástima de aquellos que están lejos y no me molestan y doy de lado a mi "próximo" porque, al igual que los hermanos y amigos, es el que me molesta y me pide ayuda y solidaridad en la puerta de la Iglesia, de mi casa o encima de mi mesa...

Rflexiones hechas a vote pronto y sin conexión pero que espero que os puedan servir
Un abrazo
José

Anónimo dijo...

eso que nos cuenta j.carlos es toda la verdad,en algunas ocasiones no nos damos cuenta,pero........cuanto nos gastamos en ropa?en perfumes?en millones de tonterias(yo el primero),por eso pidamos al Señor que nos ayude a ser menos egoístas con los demás,y también por los niños que sufren estas angustiosas esperienzas.1 saludo

Valentín dijo...

Todo eso que se cuenta en el articulo es bien cierto. Yo mismo lo he visto este verano en Lima. Muchas noches daba clase a niños que se pasaban todo el dia currando...No se lo que podemos hacer para acabar con esta situacion. Creo que la cosa tiene que ir por donde dice el Chepi y ademas saber ser agradecidos con Dios y nuestros padres por lo que nos han dado...y eso si: TOMARNOS NUESTRO ESTUDIO CON SERIEDAD. Muha gente gasta su vida por conseguir esto que nosotros alcanzamos con facilidad.