viernes, 4 de enero de 2008

La Epifanía y los Reyes Magos

Mientras en Oriente la Epifanía es la fiesta de la Encarnación como la venida de la carne y manifestación de la divinidad; en Occidente se celebra con esta fiesta la revelación de Jesús al mundo pagano, la verdadera Epifanía. La celebración gira en torno a la adoración a la que fue sujeto el Niño Jesús por parte de un grupo de magos (Mt 2 1-12) como símbolo del reconocimiento del mundo pagano de que Cristo es el salvador de toda la humanidad.

De acuerdo a la tradición de la Iglesia del siglo I, se relaciona a estos magos como hombres poderosos y sabios, posiblemente reyes de naciones al oriente del Mediterráneo, hombres que por su cultura y espiritualidad cultivaban su conocimiento de hombre y de la naturaleza esforzándose especialmente por mantener un contacto con Dios. Del pasaje bíblico sabemos que son magos, que vinieron de Oriente y que como regalo trajeron incienso, oro y mirra; de la tradición de los primeros siglos se nos dice que fueron tres reyes sabios: Melchor, Gaspar y Baltazar. Hasta el año de 474 AD sus restos estuvieron en Constantinopla, la capital cristiana mas importante en Oriente; luego fueron trasladados a la catedral de Milán (Italia) y en 1164 fueron trasladados a la ciudad de Colonia (Alemania), donde permanecen hasta nuestros días.

El hacer regalos a los niños el día 6 de enero corresponde a la conmemoración de la generosidad que estos magos tuvieron al adorar al Niño Jesús y hacerle regalos tomando en cuenta que "lo que hiciereis con uno de estos pequeños, a mi me lo hacéis" (Mt. 25, 40); a los niños haciéndoles vivir hermosa y delicadamente la fantasía del acontecimiento y a los mayores como muestra de amor y fe a Cristo recién nacido.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hoy 8 de Enero los más espabilados ya han guardado el árbol y el belén, han fumado su último cigarrillo y han saboreado el último dulce, ¡mañana empiezan las dietas! Ya parece que los buenos deseos y más pamplinas se pueden dejar a un lado y nos podemos sumergir en los días de siempre...

Y a mí pues me parece más interesante desearos que esos "días de siempre" estén llenos de chistes malos, de suspiros, de sonrisas, de satisfacciones, de guiños, de buenas noticias, de sorpresas, de pequeños logros, de enamoramientos estúpidos, de tranquilidad, de detalles, de descubrimientos, de incluso rutina y de muchas más cosas. Que aunque hoy no comience un nuevo año y ni sea Navidad, sea el comienzo de un día mejor que el anterior, y así hasta el fin de las puestas de sol.

No os voy a desear la fortuna y la popularidad por dos razones: primero porque me moriría de envidia si la consiguiérais; pero sobre todo porque la felicidad está compuesta de cosas más pequeñas que ésas.

Paz, amor, esperanza... y, como no, gentuzilla tan querida como vosotros.

José

Anónimo dijo...

Hola jóvenes.
Ya sabéis que nos mantenemos unidos y más cercanos en el Señor. Ya se han pasado los reyes, y algunos han recibido regalos y otros más rezagados. El mejor regalo de cualquier Navidad es el Nacimiento del Niño Dios en nuestro corazón, y la manifestación de Dios en nuestra vida. Que también nosotros hagamos presente a Cristo en nuestra vida y llevemos a los demás a Cristo, con nuestro testimonio de vida.
Un abrazo fuerte.

Anónimo dijo...

Habéis visto la nueva web de Goyo? en su entrada recomienda la lectura de este blog...si es que es de lo mejorcito. Por cierto, la web está genial...no perdáis el tiempo y directos a www.goyohidalgo.com
Saludos a Diego y a todos los jóvenes de Villa, Valentín