viernes, 8 de mayo de 2009

``Antes morir que pecar´´

Puesto que el pasado miércoles, 6 de Mayo, fue la fiesta de Santo Domingo Savio, os presentamos una breve biografía sobre tan magnífico muchacho, el cual, con tan corta edad, descubrió la santidad como el más alto grado de la vida cristiana ordinaria.

Nace en Riva de Chieri, Italia, el 2 de abril de 1842. Es un niño humilde, nacido en una familia profundamente cristiana y  pobre. 

El 8 de abril de 1849 hace su Primera Comunión. Muy temprano, Domingo se dirige a la Iglesia parroquial de Castelnuovo. Es el primero en entrar al templo y el último en salir. Aquel día fue siempre memorable para él. Arrodillado al pie del altar, con las manos juntas y con la mente y el corazón transportados al cielo, pronuncia los propósitos que venía preparando desde hacía tiempo: "Propósitos que yo, Domingo Savio, hice el año de 1849, a los siete años de edad, el día de mi Primera Comunión:

1. Me confesaré muy a menudo y recibiré la Sagrada Comunión siempre que el confesor me lo permita. 

2. Quiero santificar los días de fiesta. 

3. Mis amigos serán Jesús y María. 

4. Antes morir que pecar”. 

Estos recuerdos fueron la norma de todos sus actos hasta el fin de su vida. 

El 2 de octubre de 1854 conoce a Don Bosco. Este santo sacerdote lo guiará por el camino de la santidad juvenil, convirtiéndose en su padre, maestro y amigo. Lo lleva a estudiar a Turín. Tiene en ese momento 12 años y medio. Allí pasa su adolescencia, viviendo como pupilo con los muchachos pobres que el mismo Don Bosco recoge en su Oratorio. 

El 1 de marzo de 1857 su delicada salud se agrava. El médico aconseja que vaya a su casa y allí se reponga. Al despedirse de Don Bosco y de sus compañeros les dice: “Nos veremos en el paraíso”. Pues intuía que muy pronto iba a morir.

Efectivamente, el 9 de marzo, postrado en la cama, en un momento se incorpora y le dice a su papá que lo asiste: “Papá, ya es hora”, y va repitiendo las oraciones de los moribundos que entre sollozos lee el papá. Luego parece adormecerse. Pasados algunos minutos entreabre los ojos y con voz clara y sonriente exclama: “Adiós, querido papá, adiós. ¡Oh, qué hermosas cosas veo!”, y expira con las manos juntas sobre el pecho, tan dulcemente que su padre cree que se adormece de nuevo. Tenía 14 años y 11 meses.

¡Adolescente santo, de sólo 15 años de edad! El primero que a tan corta edad, sin ser mártir, fue declarado santo (por el Papa Pío XII, el 12 de junio de 1954). En esa ocasión, el mismo Papa dijo: “Con admiración se descubren en él los maravillosos caminos de la gracia, y una adhesión permanente y sin reservas a las cosas del cielo que su fe percibía con rara intensidad”. Su antecesor el Papa Pío XI dijo de él: “Pequeño, mejor aún, gran gigante del espíritu”.

Santo Domingo Savio se ha convertido desde su muerte, y posterior canonización, en un ejemplo de santidad y vida cristiana para jóvenes y adolescentes. Además, Domingo Savio es patrono de: Estudiantes, Niños cantores, Monaguillos y Mamás embarazadas.

¡Desmedida santidad para tan corta edad!

5 comentarios:

Valentín dijo...

Genial, chico! Por cierto, caña con lo de Roma. Yo ya he terminado de examenes, a ver si esta semana lo dejo todo atado!

Anónimo dijo...

En primer lugar dar las gracias a Valentin por actiaizar el bloog, con esta historia tan bonita de un chico que estoy completamente segura que no tenia complejo de ser catolico ,ni tampoco miedo de dar tesstimonio de una Fe tan grande que solo la puede dar El Espiritu de XTO resucitado.Que no se diga que la Villa de don Fadrique no tiene fuerza para eso y mas ,por lo tanto "TODOS A ROMA A DAR TESTIMONIO Y ACOMPAÑAR AL SANTO PADRE.

Valentín dijo...

De nada, pero lo ha actualizado Juan Carlos! muchas gracias, Juan Carlos!

Anónimo dijo...

perdona Juan Car querido,por no leer bien ......

Altamirano dijo...

¡Hola! ¿Qué tal? Os invito entréis en: www.profecía2008.com

Un saludo, gracias por vuestra atención.